New Step by Step Map For poder de la palabra
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Es muy común que no sepamos darnos el valor que merecemos, nos ponemos en un segundo lugar y vamos socavando nuestra autoestima. Es entonces cuando los “soy incapaz” o “no puedo” se hacen eco en nuestra vida y se convierten en una realidad.
Muhammad Ali fue uno de los mejores boxeadores de la historia. Pero antes de que recibiera su aclamación, antes de que su nombre y su rostro se conocieran en todo el mundo, period solo otro boxeador que luchaba por entrar en la gloria. Ali antes de llegar a la fama sus tres palabras eran: SOY EL MEJOR.
Mas el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y develop a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.
Usemos nuestras palabras para glorificar a Dios y para ser una bendición para los demás. Que nuestras palabras sean siempre un testimonio de nuestro amor por Dios y nuestro deseo de seguir su voluntad.
Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
Nuestras palabras pueden tener consecuencias tanto positivas como negativas en nuestras vidas y en la vida de los demás.
En el libro clásico de Robert Kiyosaki Padre Rico Padre Pobre, explica que en un momento de su vida se dio cuenta de que las personas realmente van creando sus vidas por medio de sus palabras.
Así se les reconoce la capacidad de estar hablando durante un periodo appreciable de tiempo sin que se pueda extraer de sus palabras una conclusión clara.
Las palabras de aliento pueden tener un impacto duradero en la vida de las personas. Pueden levantar el ánimo, inspirar confianza y motivar a otros a alcanzar su máximo potencial.
Otra forma de usar nuestras palabras de manera constructiva es practicar la empatía. En Efesios four:29, se nos insta a «no decir ninguna palabra mala, sino sólo la que sea necesaria para edificar, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a click here los que escuchan».
Nuestras palabras tienen el poder de llevar la luz de Cristo a las tinieblas y de llevar esperanza a los corazones desesperanzados.
Nuestras palabras pueden tener el poder de sanar o de herir, de construir o de destruir. Debemos ser conscientes de este poder y usar nuestras palabras con sabiduría.
Nuestras palabras pueden cambiar el curso de los eventos, pueden levantar el ánimo de alguien o hundirlo en la tristeza. Por ello, es imprescindible que seamos conscientes de cómo utilizamos nuestras palabras, ya que tendremos que rendir cuentas ante Dios por cada una de ellas.
Una de las frases favoritas de Jim Kwik es: si el conocimiento es poder, aprender es tu superpoder. Aprender a aprender a alta velocidad es algo que todos podemos hacer y es lo que conseguirás cuando despiertes tu supercerebro.